miércoles, 25 de noviembre de 2009

A dormir toca...


Y no me refiero a nosotros (estamos acelerados preparando la campaña de navidad), me refiero a la viña. Es la época en la que poco a poco va recogiendo toda la savia desde las hojas hasta lo más profundo del tronco y raices. Este fenómeno se conoce como "hacer madera" ya que recupera toda la savia que ha ido repartiendo por los pámpanos durante el ciclo de crecimiento y, dependiendo de como haya sido éste, hará mejor crecimiento el año siguiente.
Durante esta época poco ha de hacer ya el viticultor (comparado con el resto del año), una buena faena de labranza para que la cepa coja reservas para el invierno y, más adelante, preparar los abonos y fertilizantes para cuando la cepa vuelva a mover.
El calor de este año ha sido perfecto para que la cepa haga este proceso más tranquilamente, lo que conlleva que pase un mejor invierno con más reservas y mejor madera.

Para la gente que ha dejado sobremadurar la uva en la cepa (para vino dulces y licorosos sobretodo), ha sido el otoño perfecto: calor por el día y fresco por la noche; unido a que no ha llovido prácticamente nada desde hacer un mes largo. El grano se sobremadura en la cepa ya que ésta va chupando el agua de los racimos y la sequedad ambiental favorece que ninguna bacteria ataque al débil grano. Como resultado un vino muy dulce y concentrado propicio para vinos de postre.
Quizá algún día en Ladrón de Lunas nos lancemos a elaborar esa clase de vinos, pero de momento nos centramos en lo que tenemos que no es poco, tiempo al tiempo...

En la imagen las cepas de cabernet sauvignon deshaciéndose de sus hojas ya amarillas.

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