miércoles, 17 de febrero de 2010

Futuro en verde



Parece que, aparte de la moda, nos encaminamos irremediablemente hacia un futuro más ecológico y sostenible. Hablando del mundo de la viña la ecología, según se mire, puede incluso resultar más rentable y, por este motivo, convencer a más de un "verde-escéptico".
Todo esto viene a raíz de la visita que llevamos a cabo la semana pasada a la Feria de maquinaria agrícola de Zaragoza. Es casi una cita obligada (aunque de compras nada), sobretodo para ponerse al día en las últimas novedades de maquinaria aplicada a la viña.
El caso es que me llamó la atención un stand en el que pregonaba a los cuatro vientos lo ecológico de sus aperos, así que para allá fuimos. En efecto muy ecológico todo, aunque un poco caro y de dudosa utilidad y efectividad la mayoría de los aparatos. De entre todos me llamó la atención especialmente una especie de quemador de mala hierba que crece entre cepas (dolor de cabeza de muchos viticultores), la eficacia parecía probada y los efectos sobre la viña doblemente beneficiosos, ya que desparecían los parásitos de agua y a su vez las cenizas fertilizaban la tierra. Doble tanto.

Aunque aquí comienza otro debate; ese quemador no se podría emplear en viña denominadas ecológicas (al menos así lo creo) ya que se es ecológico no sólo por no utilizar pesticidas y demás, sino también por no labran la tierra más de lo suficiente (incluso sólo dos al año). Los productos pueden ser dañinos para la tierra, pero no es menos malo estar labrando a dos por tres el campo, ya que lo único que conseguimos es acelerar el proceso de esterilización de la tierra. Es simple; a mayor movimiento más posibilidad de que el viento y el agua se lleven la tierra fértil de nuestra inmaculada parcela.

Nosotros mismos podríamos pasar por bodega ecológica (más de una vez me he preguntado si vale la pena nombrarlo), simplemente llevamos el campo como pensamos que será mejor para la viña, y en este sentido no tienen cabida ni los continuos laboreos ni por supuesto los productos más allá del clásico azufre. El quemador antes nombrado no sería muy buena solución para la hierba en nuestro caso, la idea de meter fuego (por pequeño que sea) en pleno mes de agosto más bien sería una temeridad.

Tras la visita a la feria y de camino a casa hicimos un alto para ver el ejemplo perfecto de ecología en la viña: el método Australiano; conocido por dejar crecer la viña sin labranza de ningún tipo y podando sólo las puntas. Sólo os comentaré que está en la d.o Cariñena, y se trata de 90 hectáreas que su dueña guarda celosamente en el anonimato ya que es única en España. La verdad es que salí sorprendido, choca bastante ver como la viña parece completamente abandonada y sin embargo los costes se reducen a una cuarta parte y la calidad del grano mejora. He de decir que también tiene sus contras, ya que hay que estar más encima de las cepas para que estas no mueran tras su "asilvestramiento".

Tomo nota de aquello que, sin ser bonito, es rentable y ecológico, como el futuro.

En la imagen superior el "ecológico" quemador de hierbas y en la inferior primer plano de la viña cultivada con el método Australiano.

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