miércoles, 22 de julio de 2009

Y después de la tormenta llegó la calma.


Ya hace días del pedrisco y desde entonces todo ha vuelto a la normalidad (si es que se le puede llamar normalidad a los tres días seguidos de 37º centígrados que marcó el observatorio de Utiel el miercoles, jueves y viernes de la semana pasada) y toca mimar la viña.
Ahora es cuando vemos si el tratamiento va siendo eficaz (parece que si) y las cepas se van reponiendo de la piedra con nuevas hojas y energía renovada que le aportamos desde el suelo con riegos nocturnos y una buena labranza.
El agua ahora es fundamental para que la cepa conserve la humedad que no retiene por la falta de superficie foliar y más si se anuncian máximas para estos días de hasta 39º.
Como veis todo esfuerzo es poco para cuidar la viña y que ésta nos obsequie con lo mejor que nos puede ofrecer.

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